Adáptate, evoluciona

Que haces cuando te cambia el estilo de vida? Estás en un sitio remoto donde las costumbres y las comidas son diferentes, ¿qué haces?

Pues, al menos para mí, la mejor opción será siempre adaptarme. Intento aprender de su forma de alimentarse y quitarme algunos prejuicios de la mía. 

Por ejemplo, te puedes dar cuenta de que el desayuno puede ser muy diferente de lo que tú has vivido y no pasa nada. El desayuno, finalmente, no es más que otra comida en el día y la importancia que tú le das respecto a la calidad nutricional que te aporta depende únicamente de ti. ¿Quién dice que es mejor tomar un vaso de leche con cacao azucarado y unos cereales industriales antes que un caldo con patata y carne?

Seguramente podríamos discutir más cosas, pero valorando únicamente su calidad nutricional, desde luego que me parece mejor el caldo que la opción ultra azucarada. Mejor o peor, esta opción esta formada por alimentos, que te nutren, que te aportan. Y si el resto de ingestas están equilibradas acorde a ese desayuno, no veo mayor problema.

Se nos olvida muchas veces, que lo más importante de la comida, lo fundamental, es que nos aporte energía y nutrientes, que nos permita vivir. Y nos cegamos con sabores, colores y envoltorios de fantasía, dejando de lado lo vacíos que están y lo poco que le sirven a nuestro organismo ese tipo de “comida”. 

Aprende, muévete, investiga… no olvides que nuestra forma de entender la comida es solo eso, una forma, hay mil maneras diferentes. Incorporar nuevas costumbres que mejoren nuestra alimentación lo único que hace es enriquecerla, confrontamos ideas establecidas que no necesariamente son mejores. 

Descubre mundo, mejora.

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