Después de muchos años peleando con mi cuerpo y cansada de dietas, decidí estudiar nutrición para poder entenderme. Nunca pensé que descubriría un mundo que me apasiona tanto.

He vivido enfadada con la comida mucho tiempo y sin encontrar resultados duraderos ni sentido a tanto sacrificio. Cuando estaba acabando de estudiar nutrición decidí ser coherente con lo que recomendaría a alguien en consulta y empecé a aplicar esos cambios en mi. Al final, resultó que prohibirme alimentos no era la solución.

Cambié mis hábitos de alimentación y de vida completamente. He comprobado, primero en mi y después en más de 10 años de consulta, lo mucho que puede afectar a nuestra salud los hábitos de vida que hacemos. 

Sino entendemos la alimentación como parte de nuestro cuidado, y no como un castigo, podemos acabar con muchos problemas de salud. El sistema digestivo es el primer afectado (también conseguí recuperarme de un SIBO) pero puede llevar a mucho más. Necesitamos entendernos y tratarnos desde el amor y el cariño para saber lo que necesitamos.