Es importante escucharse a todos los niveles. Es algo que aquí muchas veces digo en voz alta.
Es verdad, que me suelo centrar más en escuchar tu cuerpo para respetarlo y ver que necesita, pero también creo que es muy necesario escuchar a tu intuición.
Hay veces, más de las que deberían ser, que sentimos que algo no se alinea con lo que queremos ser o hacer. Algo con lo que no estoy del todo cómodx, pero aun así lo hago L
Y mi pregunta es, ¿por qué lo hago?
Esa incomodidad es mi interior, mi esencia, algo dentro de mí que me está pidiendo a gritos que no lo haga. Lo que pasa es que sus gritos no se oyen, no son tan evidentes. Pero nos lo intenta hacer entender lo mejor que puede.
Llama a nuestra puerta, “toc, toc”, pero no siempre le abrimos. A veces, preferimos vivir con el susto de no saber quién llama o porqué, antes de abrir la puerta y enfrentarnos a lo que realmente pasa.
Normalmente, después del miedo inicial, cuando vemos que necesita nuestra intuición y decidimos (ya desde la consciencia) si le hacemos caso o no, todo se calma.
El monstruo se suele hacer pequeño después de mirarlo a los ojos.
Mírale.