Mente contra cuerpo

A mi también me pasa a veces.

Hay días en los que no me apetece, no tengo ganas y a veces hasta me doy el lujo de consentírmelo.

Pero se que no puedo dármelo siempre, que las ganas no están presentes de forma constante, a veces tienes que imponerte. Tu voluntad por encima de tus ganas, por raro que suene o que parezca.

Mi cuerpo también prefiere el reposo, el sofá, la cama, el no hacer nada. Hay días que me sabotea o al menos lo intenta.

Ahí es donde entra la voluntad, el objetivo que te has puesto en mente, las ganas de mejorar o de ser constante… Da igual lo que te motive. Cuando el cuerpo te quiere engañar, aférrate a eso que hace que te levantes aún estando cansad@, eso que hace que renuncies a algo que te apetece más hacer, ese sentido de «responsabilidad» para contigo. Plántale cara a tu cuerpo, ponte seria, si le dejas se convierte en un niño malcriado que cada vez querrá hacer menos. No le dejes ganar, tu eres más fuerte.

Cuando tu voluntad gana tú te sientes poderosa, capaz de conseguir lo que te propongas. Esto te da fuerza en todos los ámbitos de tu vida, porque al final ves que puedes. Eso hace que te pongas metas y objetivos más altos, que luches por lo que quieres con uñas y dientes, que no desistas.

Es una forma de cuidarte, de cuidar la percepción que tienes de ti. Nadie más importante a quien impresionar que a ti misma. Según tú te veas harás que el mundo te vea.

Tu voluntad por encima de lo que sea, incluido de tus ganas.

Tu voluntad te hará imparable.

Deja un comentario