Marca el rumbo

Después de unos días cuestionando el mundo, el dónde estoy y el dónde quiero o no estar, he llegado a la conclusión de que yo estoy poniendo más de lo que pensaba ahí.

Si las cosas ahora no son como antes es porque yo tampoco soy ahora la misma que era antes. Tengo otros intereses, otras prioridades, necesito usar el tiempo en otras cosas ahora mismo.

Y está bien. Lo malo viene cuando esto se me olvida. Empiezo a cuestionarme todo alrededor y a preocuparme por si retrocedo después de tanta lucha en algún logro conseguido… y me asusto.

Ahí es donde está el problema, sino me doy cuenta de que todo empieza por mí, intentaré que el mundo cambie y me frustraré y decepcionaré. Pero si soy capaz de darme cuenta, si puedo verlo como una opción posible, solo tengo que ir dando pasitos en la dirección que quiero, ir volviendo a la ruta de la que me he desviado (en caso de haberlo hecho) o ir cambiando la que tengo para llegar a un objetivo nuevo.

Pero sobre todo ser consciente del poder tan grande que cada uno tiene en su propia vida, de cuanto influimos, aunque sea sin darnos cuenta. Úsalo, no dejes que vaya sin rumbo.

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