El verano ya llegó

Volvemos a estar en verano. Esta es una época en la que la vida social se multiplica, salen ideas de última hora y cuesta más seguir una planificación y un orden. También es verdad que normalmente apetece menos.

Además, en el momento que estamos, casi que necesitamos más el poder hacer planes y salir sin añadir más complicaciones a las que ya tenemos por las circunstancias.

¿Y que hago si quiero salir? Pues salir

¿Y si no puedo elegir sano? Lo más seguro es que no puedas

Vamos a dar por hecho que no habrá una opción especialmente sana cuando salgas, ya que esto sería más bien la excepción y no la norma. Hemos quedado con algunos amigos y vamos a salir a comer. Vale, no es el fin del mundo.

En este caso, lo que yo hago, es no evitar ninguna comida anterior o posterior por esa “salida”. Si yo de normal como sano, no es grave que en alguna esto no se mantenga. Tengo que llegar sin estar muerta de hambre por no haber comido en todo el día “para hacer hambre” (ejem 😒) y tengo que parar a tiempo, como para poder hacer la siguiente comida sin sentirme una pelota de tan llena que he terminado. Intenta ser moderado con las cantidades que comes, al salir normalmente pedimos más de lo que el cuerpo necesita.

Si yo de normal hago unos hábitos de vida sanos, estos no tienen que irse porque sea verano. Siempre habrá una fecha que estorbe para cuidarse (Navidad, Semana Santa, Verano…) por lo que lo importante es cuidarse SIEMPRE, sin importar la época del año en la que estemos.

Eso quiere decir que, aunque sea verano, seguiré haciendo una vida activa y con movimiento, haré ejercicio, priorizaré frutas y verduras, dormiré las horas que mi cuerpo necesita para descansar, tendré un momento diario para mi…

Todo lo que hace un mes parecía importantísimo para cuidarte, sigue siéndolo, aunque sea verano. No dejes que el verano te haga de excusa, no rompas el compromiso contigo y con tu salud.

Deja un comentario