Confía

Hay ciertas cosas que sabemos seguro que pasarán, como que el sol sale todas las mañanas y se esconde todas las tardes. Pero hay otras muchas cosas que no sabemos. No sabemos ni dónde, ni cuándo, ni siquiera si pasarán en sí.

Esto es algo que los seres humanos llevamos mal en general. Vivimos intentando tener certezas, como ya te he comentado antes, pero realmente no sabemos casi nada.

¿Qué podemos hacer frente a tanto desconocimiento? Poco y mucho a la vez. Puedes focalizarte en lo que quieres y dirigirte hacia allí. Buscar incansable un camino que no sabes cuál es.

¿Cómo? No lo sé.

Solo sé que si confías y no desistes, al final se produce la magia. Y esto será algo diferente para cada uno, dependerá de a dónde quieras llegar, en qué te hayas focalizado.

Pero tarda lo que tenga que tardar, esto no es ni mucho ni poco. Las cosas llegan cuando puedes verlas, y no siempre estamos preparados para ello. Por eso es tan importante no desistir, porque mientras seguimos en la búsqueda, vamos creciendo y vamos recalculando la ruta necesaria para llegar. Pero en el momento desistimos nos estancamos, dejamos de intentarlo y nos quedamos en nuestra zona de confort, que es todo aquello que ya conocemos (aunque se esté mal también es “zona de confort”). Esto no está mal por un rato, para coger fuerzas, pero si nos quedamos más de lo necesario ahí nos vamos apagando desde dentro hacia afuera.

Dejamos de soñar y nuestra luz cada vez brilla menos.

Si confías insistes, buscas y rebuscas, no te das por vencido. Tu sueño es más importante, tienes que encontrar la forma. Y se te ilumina la cara y el alma cuando hablas de él. Y contagias ilusión a la gente que tienes cerca. Eres vida y te sientes vivo.

Aunque solo sea por eso, no dejes de soñar y confía…

Deja un comentario