Ya casi hemos pasado la Navidad, quedan pocas celebraciones y la vida dentro de unos días volverá a su normalidad y a sus rutinas. Me encuentro durante el año a mucha gente que le atormentan estas fechas, en relación al impacto que puede tener en su peso o en sus hábitos saludables.
Déjame que te diga que, si durante el año tenemos una buena alimentación y unas rutinas equilibradas y sanas, lo que hagamos en 4 comidas/cenas no afectará al total de todo un año. Ahora bien, para esto tienen que ser REALMENTE las celebraciones que son, no nos vale empezar el día 1 de diciembre con eso de “como es Navidad, ya cuando se acaben me cuido”.
Porque si lo piensas son 2 comidas y 2 cenas, no más, si acaso súmale un par más por lo de celebrar reyes y por la cena de empresa. Pero no es un mes entero de banquete en banquete (que es lo que muchas veces pasa, ejem), no es un “todo vale”, eso es una excusa para no cuidarte y para dar rienda suelta a tooodo lo que te estás privando de normal.
Si necesito estos días aprovechar la circunstancia para comer cosas que de normal no como nunca, a lo mejor es que me estoy restringiendo demasiado y lo más sano sería revisar que está pasando en mi vida diaria para que necesite estos días como un escape. Pararnos a mirar con detalle qué comemos y qué nos permitimos sería un buen ejercicio para descubrir si durante el año nos estamos “castigando”. Porque en ese caso, la solución pasa por flexibilizar y permitirnos, por comer de todo durante todo el año, pero de una forma equilibrada y saludable.
Si sientes que estos días se te van de las manos, lo mejor es que busques ayuda profesional para ver que está pasando y poder ponerle solución. No tenemos que prohibirnos nada, cuidarse no es una penitencia, se puede aprender a comer de otra manera.
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