Ahora sí que sí, hoy es el día límite, cuando oyes el pistoletazo de salida y toooodos esos propósitos que te hiciste hace una semana tienen que empezar a ponerse en práctica.
Hoy empieza la vida real, con sus horarios, rutinas, prisas y carreras. Hoy es cuando tienes que buscar de verdad esa motivación que tenías el día 1 para aterrizar tus deseos para el año. Porque si no empezamos por una acción, si no les damos protagonismo y buscamos cómo cumplirlos, no serán más que deseos.
¿Qué hace que un propósito, un deseo, se acabe convirtiendo en realidad? Necesita, lo primero de todo, que te lo creas. Porque si te lo crees le haces espacio, le buscas el hueco y la manera de llevarlo a cabo. Pero si lo dices con la boquita pequeña, como por cumplir, porque es lo que toca esos días, no llegará a ningún sitio. Cuando te lo crees, cuando te mueve tu interior a hacerlo, las ganas y la necesidad salen de las entrañas y desde ahí haces lo que sea necesario, porque lo necesitas.
Si ves que lo que te propusiste días atrás se te está haciendo bola, no pasa nada, busca un propósito de verdad, que te mueva. Olvídate de los típicos que se suponen bien vistos estos días, busca el tuyo, el que a ti te hace vibrar. Ponte en pausa un rato y busca bien, porque cuando lo encuentres ya no habrá vuelta atrás, tu viaje hacia la persona que serás al acabar este año habrá empezado.
