¿Por dónde empiezo?

Ya estamos metidos de lleno en el nuevo año, ya hemos empezado a poner en marcha nuestros nuevos propósitos… o no. A veces, lo que decidimos en un momento dado puede que luego nos cueste llevarlo a la práctica, el propósito se nos empieza a hacer bola.

¿Quieres cuidarte, pero no sabes por dónde empezar? Empieza por lo más sencillo, aunque parezca algo muy simple te aseguro que es un primer paso importante. Empieza por moverte lo que puedas, ir andando a los sitios o dejar de usar el ascensor. Y a eso, únele mejorar un poco la comida, baja todo lo que puedas los productos procesados y/o las comidas grasientas/fritas.

Sé que parece algo muy evidente, que lo más probable es que ya lo supieras, pero para empezar no necesitamos más. Si nos ponemos objetivos muy grandes estos también serán mucho más difíciles de alcanzar y acabaremos frustrados porque nos esforzamos mucho y nunca llegamos. Es mucho más sano para tu cuerpo (y para tu cabeza) ir poniendo objetivos pequeños, alcanzables, que nos motive ver que los conseguimos. Y cuando estos ya los tengamos superados, ¡¡vamos a por los siguientes!!

Que empecemos por estos dos pasitos no quiere decir que no vayamos a hacer nada más, quiere decir que me propongo algo realista y que me siento capaz de conseguir. Porque, ante todo, lo más importante en un cambio de hábito, es que me sienta capaz de cambiarlo. Si creo que no lo voy a conseguir, al final será verdad, pero si creo que sí, también será verdad al final. ¿Qué prefieres creer?

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