Si has querido ser más saludable muchas veces y has desistido al tiempo o tienes la idea en la cabeza, pero nunca acaba de ser el momento adecuado… no es falta de voluntad.
¡Que no te engañen!
¿Te levantas todos los días temprano de lunes a viernes? ¿Vas a un trabajo que te gusta reguleras a hacer tus 4-6-8-10 horas al día?¿Tienes hij@s a los que atiendes aunque estés cansada? ¿Haces cosas que son necesarias para ti/tu familia/hogar aunque no tengas ganas?
Tienes voluntad y mucha.
Que nadie te diga lo contrario.
El problema es que si nos lo dicen mucho al final nos lo acabamos creyendo, y si nos lo creemos nos damos permiso para ser así. Y no poder seguir más de unos días la “dieta” de la vecina o de la revista o de la influencer de moda no quiere decir que no tengas voluntad. Quiere decir que no es una pauta nutricional adaptada a ti y a tus necesidades o circunstancias, quiere decir que es una “dieta” cuestionable en nutrientes y que puede que no aporte todo lo que tu cuerpo necesita. Quiere decir que tengo otras cosas que solucionar más importantes.
Pero si yo me creo que tengo falta de voluntad porque me lo ha dicho todo el mundo, al final me sirve de excusa para no intentar cuidarme, para no buscar un/a profesional que me ayude con lo que necesito, para no mejorar mi calidad de vida.
Así que SI, tienes mucha voluntad, haces mucho con esa voluntad.
Pero la voluntad es finita, la capacidad de sacrificio se acaba; y si me tengo que sacrificar mucho durante el día, cuando este acaba la voluntad está bajo mínimos ya. Habrá que buscar ir mejorando otras cosas antes que mejorar lo que ceno, porque si llego fundida es difícil conseguirlo.
Quizá la opción pase por llegar mejor al final del día, por tener unos días que impliquen menos sacrificio…
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