Una de las bases

Para mi algo fundamental a tratar en consulta es la saciedad, me parece algo básico. Esto es así porque desde pequeñas nos quitan la sensación de saciedad a la mayoría. Y yo puedo estar comiendo la opción más sana del mundo, pero si me como 5 kg porque no me siento llena nunca, pues al final ya no será tan sana.

Cuando somos bebés comemos lo que necesitamos, pero nuestros padres y madres (con su mejor intención) quieren que no nos falte comida y se esfuerzan en asegurarse que comemos suficiente. El problema es que este «suficiente» muchas veces pasa a ser demasiado. Cuando un niño dice que no quiere más es muy habitual ver a algún adulto intentando que se acabe el plato o que coma por lo menos un par de cucharadas más.

Pero puede que ese niño hoy no haya jugado en el parque, que se haya pasado el día sentado delante de la tele o que esa comida tenga un aporte extra y no necesite más.

Su cuerpo le avisa, pero los adultos insistimos.

Eso es lo mismo que nos hicieron a nosotros y no salió mal, por lo tanto, lo damos por bueno. Pero luego nos pasamos la vida adulta queriendo hacer dieta y restringiendo lo que comemos para poder darnos atracones y comer hasta reventar.

Si conseguimos volver a reconocer nuestra saciedad y dejar que el cuerpo haga sus funciones, es más sabio de lo que pensamos. Si le dejamos, él nos avisará en función de lo que necesite, porque no todas las comidas aportan lo mismo ni todos los días necesitamos lo mismo.

Su instinto es regular el equilibrio de la comida según nuestro gasto, pero para esto tiene que ser comida de verdad, porque la comida chatarra le manda mensajes confusos a nuestro cuerpo, por lo tanto no nos ayudará.

Si comemos comida de verdad y poco a poco, cada vez más, le vamos haciendo caso a nuestro cuerpo, este nos llevará a un estado saludable de equilibrio. Y si te haces experta, hasta te guía en lo que te va a sentar mejor y lo que no 😉

Deja un comentario