Viajar y cuidarse

Después de unas semanas descubriendo parte del mundo que no conocía, te puedo decir convencida que se puede viajar y a la vez seguir comiendo de forma saludable.

Después de tantos años, he oído muchas veces en verano aquella frase de “es que me voy de vacaciones y no puedo seguir comiendo así”. Déjame que te diga que eso no es así, siempre que tú no quieras. Lo que pasa es que muchas veces aprovechamos las vacaciones como unos días sin ley en los que todo vale. Pero después nuestro cuerpo, nuestro estado de salud y muchas veces también nuestro peso, se ve afectado por este desenfreno.

Puedes salir, probar la comida típica de donde vayas, e igualmente seguir cuidándote. El truco está en ser consciente de lo que comes en todo momento, empezando por ser cuidadoso con lo que se pide. Una vez ya está en la mesa es más difícil no comerlo, pero podemos pedir menos, además de pedir una ensalada o algo de verdura en cada comida.

Comer de forma consciente, saboreando cada bocado, hace que disfrutes muchísimo más lo que estás probando, pero también hace que comas más despacio y le des tiempo a tu cerebro a procesar lo que come. Esto finalmente hace que con menos cantidad de comida me quede más que satisfecho y saciado, así que ganamos por partida doble.

Si durante el año llevamos una vida saludable nuestro cuerpo nos agradecerá que en los días de vacaciones no nos olvidemos de él. Además, así nos quitamos ese sentimiento de haber retrocedido en nuestro cuidado y en nuestra alimentación al volver 😉

Deja un comentario