Creo que no digo nada nuevo si te cuento que hay que comer saludable, equilibrado, hacer un estilo de vida activo y sano…
Más o menos genérico, esto seguro que lo habrás oído muchas veces.
Pero qué pasa cuando ya haces, te esfuerzas, te cuidas… y de repente hay un día que no?
Pues absolutamente nada. De vez en cuando, hay días que mi cuerpo necesita otras cosas, que no estoy para luchar o para pensar en lo que es más saludable para mí. Y no pasa nada, siempre y cuando sea un día de vez en cuando, porque yo de diario me estoy cuidando, me alimento bien, mi cuerpo tiene lo que necesita para nutrirse, me muevo, descanso lo necesario…
Por eso es tan importante que no nos obsesionemos en vacaciones, pero tampoco que nos pasemos al lado contrario. Si yo sigo con mis rutinas saludables habituales, porque un día no haga ejercicio o no coma saludable o no duerma lo necesario, no va a resentirse el cuerpo. Pero para que el balance total siga siendo bueno, no es algo que podamos hacer a diario.
Las plantas hay que regarlas, y si yo me voy fuera un par de días y no se riegan no es tan grave, pero tienen que estar bien cuidadas antes y después de esos días. Pues con nosotros pasa igual. No te estreses por un par de días, pero tienes que tener un buen mantenimiento 😉
