Escúchate

¿Te ha pasado alguna vez que comes sin ganas, sin hambre?

¿Y en algún momento habrías comido y no era hora?

Pues esto es algo más común de lo que parece.

Cuando nacemos solemos pedir comida cuando tenemos hambre, da igual la hora, pero esto para las rutinas adultas es un tanto incómodo y poco a poco todos aprendemos a poner hora a nuestras comidas.

Pero el cuerpo no siempre necesita lo mismo, a veces necesita comer antes, a veces no necesita comer aunque sea mediodía. Es importante, igual que aprendimos en su día a regularnos con horarios, que aprendamos también a escuchar a nuestro cuerpo y si es necesario saltárnoslos.

Soy consciente que, con la rutina diaria, los horarios de trabajo o de colegios, es difícil no comer a la hora que se supone porque en otro momento seguramente no puedas. No estoy diciendo que cambies tus horarios por completo, solo que escuches más a tu cuerpo. Y en el caso de que llegue la hora de comer y no tengas hambre (y puedas posponer la comida) pues espérate a comer con hambre.

Cuando tenemos hambre nuestro cuerpo se prepara para recibir la comida, el estómago segrega ácidos que harán que la digestión sea más fácil de hacer, el aprovechamiento y la absorción de esos alimentos será más eficiente. Y además estamos dando al cuerpo lo que necesita, lo que hace que también sea un disfrute para nosotras.

El cuerpo es muy sabio, se sabe regular, pide solo lo que necesita, pero generalmente no le dejamos hacerlo. Le ponemos delante un plato enorme y se lo tiene que comer, aunque no tenga hambre, así es difícil que nos siente bien la comida.

Prueba a hacerlo algún día de vacaciones o de fin de semana. Pero no vale darse un festín, debemos comer antes de llegar a tener tal cantidad de hambre que no podamos parar cuando el estómago diga basta. En cuanto tengamos sensación de hambre buscamos comida, pero no antes y tampoco después.

Prueba y me cuentas que tal la experiencia. Escuchar cada día un poco más a mi cuerpo es una tarea fascinante para mí, cuéntame que tal te va a ti.

Deja un comentario