¿Qué hacer cuando no puedes elegir?

Para mí, esto es una de las máximas de una buena relación con la comida y poder comer de todo sin culpa y sin estar contando. Esto que ya te he explicado alguna vez aplica para cualquier situación, pero cuando estás en un sitio donde se come diferente todavía es más necesario.

Cuando no puedes elegir qué vas a comer es muy importante que por lo menos elijas la cantidad. Porque sino podemos cambiar por una comida más saludable, al menos si podemos no saturarnos de comida insana o acabar muy lleno. 

Este tipo de comidas, normalmente, son más densas energéticamente, por lo que con menos cantidad tendremos suficiente aporte de energía. Y puesto que suelen aportar poca cosa más que energía, con la mitad de lo que se supone una ración tendríamos más que suficiente por lo general (del resto de nutrientes nos cubriremos con el resto de ingestas).

La otra parte viene en nuestra percepción de esa comida. Si energéticamente me aporta suficiente, ¿por qué tengo la sensación de quedarme con hambre o no haber comido? Aquí es donde entra nuestro control de la saciedad y de la ración del plato. Son cosas que debemos ir trabajando en entornos controlados y con comidas habituales, para que cuando queramos salir podamos comer acorde a lo que necesitamos.

Y eso no quiere decir que un día puedo tener más hambre y puedo necesitar comer más. Y está perfecto, no pasa nada. Pero de forma general, mi cuerpo tiene un límite que tengo que aprender a conocer para poderlo reconocer fuera de lo que hago a diario. Pero cuando salgo es cuando más me suele costar, porque la comida es diferente y está rica y lo quiero probar todo… tenemos que aprender a parar y a poner un límite por el bien de nuestro cuerpo.

Written by Azais Martínez