¿Cómo he llegado yo aquí?

De repente pasa, no sabes cómo, un día te das cuenta de que tu peso ha cambiado, pero te das cuenta de golpe. Es verdad que durante un tiempo has visto cómo la ropa ha dejado de venirte, has tenido que comprarte alguna talla de más y para el resto del mundo puede que sea evidente. Pero realmente tú no eres consciente de dónde estás hasta ese día que la cabeza hace click. Y de repente te ves en un cuerpo que no era el tuyo y una ropa que tampoco y quieres cambiarlo corriendo, de hoy para mañana, pero no se puede.

Muchas veces en consulta veo esta situación, yo misma la he vivido, y aunque parezca marciano para alguien que no lo ha pasado, realmente es así. Tú nunca ves la evolución, sino la pararías, nadie quiere llegar a ese punto en el que no le gusta lo que ve en el espejo.

¿Qué es lo que ha pasado entonces? Que lo que nos lleva ahí, normalmente, es mucho más complicado que un simple “he comido demasiado”, que nuestra cabeza y nuestro foco están en otros problemas, en otros asuntos y este no lo vemos. Muchas veces tampoco nos vemos a nosotros mismos, nos cuesta.

Pero de repente un día aparece, porque ya no encuentras ropa de tu talla o porque se rompen unos vaqueros… ahí te das cuenta. Y ojalá se pudiera quitar a la mañana siguiente, pero la realidad es que has tardado un tiempo en llegar a ese peso. Tienes muchos hábitos adquiridos, muchas costumbres a reconducir, la percepción de saciedad y sabor alteradas… Hay mucho para trabajar y no puede ser en un día, ni en una semana.

Yo ahora al otro lado, siento esa urgencia en las personas que acompaño, la entiendo, pero no sería sano ni realista que algo que he tardado tanto en construir lo destruyera de golpe. Ha llevado un tiempo, no has llegado a ese peso de la noche a la mañana, pero se puede.

Para mí lo importante es decirte que se puede, que no es imposible. ¿Fácil? Seguramente no. Lleva muuuucho trabajo personal, mucho mirar hacia dentro para construirte mejor y eso lleva tiempo. Pero durante ese tiempo vas aprendiendo hábitos nuevos, para tu nueva vida. Por utópico que parezca, puedes construir una vida en la que te acostumbres a verte, a respetarte y a quererte, a tu gusto y a tu medida.

Con la ayuda de profesionales que te acompañen y te den herramientas para ir evolucionando poquito a poco se puede. Y sobre todo con mucha paciencia y constancia.

Deja un comentario