¿Te has parado alguna vez?

La pregunta puede sonarte rara, pero me refiero a si te has parado a sentirte, si te fijas en cómo está tu cuerpo, cómo reacciona ante la vida que llevas.

Normalmente, no nos damos cuenta de muchas reacciones que nuestro cuerpo hace para avisarnos, para intentar hacernos visible que algo no le va bien, pero no nos enteramos.

Cuando empiezas a parar y a analizar esas reacciones, puedes darte cuenta de que algún alimento no te sienta bien, de que tu cuerpo necesita dormir más o de que algún sitio/persona que frecuentas no es bueno para ti. Darse cuenta de esto, aunque es genial, implica hacer algo después con ello, sólo verlo no es suficiente. Porque para que el cuerpo esté lo más sano posible le tengo que hacer caso, y para que me siga avisando le tengo que escuchar.

Esto que parece muy simple nos puede evitar bastantes complicaciones futuras, muchas veces acabamos cayendo enfermos por no darnos cuenta de las señales de agotamiento o de frustración o de intolerancia… Cuanto más le escuchemos más nos avisará, está en tu mano. Y tú, ¿te has parado a escucharte?

Deja un comentario