Comer bien como forma de vida

Cuando decides quererte y cuidarte, comer bien forma parte de ese proceso. Una no puede cuidarse y darse el valor que merece si come «cualquier cosa». No todo es alimento, no todo nutre.

Al comer bien no me refiero a comprar eco, bio… o dejarse el sueldo en la compra semanal. Me refiero a comer alimentos no procesados, o lo mínimo, de los que no necesitan etiqueta porque no llevan más que el alimento en si. Me refiero a no hacer elaboraciones grasientas y de difícil digestión. Es comer más verduras, frutas, legumbres, arroces, pastas…

Esa comida tu cuerpo la agradece, le sienta bien, le nutre y además le haces fácil la tarea de digerirla.

Después de un tiempo en caos, voy volviendo a la normalidad poco a poco, y mi cuerpo me pide volver a cuidarme. Me pide mis tostadas con tomate y queso fresco por las mañanas, me pide mis ensaladas de patata o de pasta, me pide mis frutas en almuerzo y merienda… No es nada extraordinario, es escuchar a tu cuerpo, cuidarlo y mimarlo, y a esto se aprende.

Después de mucho tiempo yo aprendí a escuchar el mío. Me cansé de hacer dietas, pensé que si a mí no me habían funcionado, ¿porque le iban a funcionar al resto? El reto es este, aprender a escucharnos y querernos, y esto es una forma de vida. No es algo que acabe al llegar al peso deseado, no va de eso. Esto va de estar sanos, de que el cuerpo esté en las mejores condiciones posibles para evitar enfermedades futuras. De dormir las horas que el cuerpo necesita, de tener una vida activa… de cuidarnos como si fuéramos lo más valioso que tenemos.

¿Qué es lo más valioso que tienes en TU vida? CUÍDALO.

Deja un comentario